
EFE
La estadounidense Serena Williams no dejó escapar el
tercer Grand Slam de la temporada y este sábado se impuso a la alemana
Angelique Kerber por 7-5 y 6-3, en una hora y 21 minutos, para
revalidar su título en Wimbledon e igualar los 22 'grandes' de Steffi
Graf.Tras inclinarse en dos finales consecutivas de Grand Slam por
primera vez en su carrera, la número uno del mundo saltó a La Catedral
mucho más tranquila, relajada y calmada que en Melburne y en París.
Llegó Serena, seis veces campeona, a la final -su novena en Wimbledon-
después de ceder solo un set en el camino, dominando su parte del
cuadro sin excesivos problemas y sufriendo lo justo, sólo en el partido
de tercera ronda ante su compatriota Cristina McHale.
Enfrente, la germana Angelique Kerber, quien contra pronóstico le
había apartado del título hace unos meses en el Abierto de Australia.
La tenista de Bremen, tras la decepción en Roland Garros, elevó su
nivel en el suroeste de Londres y, aferrada a su defensa y contragolpe y
a su saque de zurda, se plantó en la final sin dejarse un sólo set en
el camino.
Con un tenis agresivo, sólida desde el
fondo de la pista y más contundente que nunca con su servicio, Serena
buscó desde el primer punto su séptimo entorchado en Londres y su
ansiado vigésimo segundo 'major'.
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