sábado, 9 de julio de 2016

Portugal y Francia, por un título, la historia y un cambio de ciclo.





Portugal y Francia disputan este domingo la final de la decimoquinta edición de la Eurocopa, con Cristiano Ronaldo y Antoine Griezmann como grandes reclamos y el premio de un título que abre la puerta a un cambio de ciclo en el fútbol europeo.
La final llega a ambos en el mejor momento, porque los dos alcanzan el último partido respaldados por dos convincentes semifinales.
Portugal recuperó a Cristiano Ronaldo en el mejor momento. A falta de juego y goles, del delantero madridista se destacaba su condición de líder del grupo, la personalidad que había imprimido al brazalete que porta, pero contra Gales regresó el Ronaldo decisivo, con un magnífico gol de cabeza y una asistencia a Nani en el segundo gol. La mejor noticia, porque vuelve a intimidar.
Y el capitán luso sabe que está ante su gran ocasión, la oportunidad de completar su palmarés con un título con su selección, que acarree además el Balón de Oro, meses después de que Leo Messi se haya despedido de la Albiceleste sin lograr la Copa América.
Fernando Santos recupera en el centro del campo a Williams Carvalho, ausente de la semifinal por lesión, y, casi seguro, a Pepe, que regresó a los entrenamientos con el resto este sábado, tras no poder participar contra Gales por lesión.
Ésa es la gran noticia para el técnico portugués, porque el madridista se ha convertido en un jugador indispensable, tanto por el carácter que aporta al equipo como por su estado de forma. Fue el mejor de su equipo en el partido de cuartos frente a Polonia.

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