
04/07/2016
El avión de los 'Vikingos' aterrizó por la tarde
en el aeropuerto de Keflavik, a unos 40 kilómetros de la capital,
después de un paso a baja altitud encima de la ciudad, donde decenas de
miles de personas acudieron a recibirles.
Camiones de bomberos contribuyeron al ambiente mágico accionando sus
lanzadores de agua para formar un arco que, en un cielo inmaculado, se
tornó en arco iris.
Seguidos por
varios miles de personas, los jugadores subieron a un bus descapotable
para desplazarse por las calles de la capital hacia el partque Arnaholl,
donde se instaló una pantalla gigante para que los islandeses pudieran
seguir en directo los últimos encuentros de su selección.
"Vamos a festejarlo. Lo que han hecho los muchachos es absolutamente
fantástico", declaró el sueco Lars Lagerbäck, en su último día al frente
de la selección islandesa.
El atacante Kolbeinn Sigthorsson, autor de uno de los goles en la despedida ante Francia, dijo estar "feliz" por volver a casa.
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