Este título me hace recordar una de los temas de Ruben Blades pero más allá de la música lo que comparto con ustedes es un escrito del respetado comunicador Donizetti Barrios que nos hace reflexionar en cuanto comó tomar decisiones. En este segmento escribimos directamente o tomamos de referencia un escrito de otro autor y que creemos será de bendición y trascendencia para ustedes.
Permanentemente
estamos tomando decisiones en la vida, algunas acertadas y otras no. Pero
invariablemente debemos comernos los frutos de las mismas, nos gusten o no.
Aún
las personas indecisas hacen decisiones, sin que se den cuenta, porque no
decidir ya es una manera de decidir.
¿Cómo
tomar sabias decisiones? Esa es la pregunta clave en todo este asunto, por lo
cual te invito a considerar los siguientes 10 consejos:
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No tomes decisiones en momentos críticos, relájate, deja que las aguas revueltas
se asienten y puedas analizar con frialdad las diversas opciones que se te
presentan.
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Escucha el consejo de los entendidos. Aún los médicos cuando deben tomar
decisiones serias convocan a una junta médica sólo para escuchar la opinión de
sus colegas.
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Escucha las experiencias de otros, desde las más optimistas hasta las más
pesimistas, ellas te darán una visión más equilibrada sobre un mismo tema.
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Escucha a los que están involucrados en tus decisiones, bien sea el cónyuge, los
hijos o los empleados, pues aunque ellos no decidirán por ti, sí te darán otro
ángulo de visión.
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Haz una lista de tres columnas donde puedas poner los “pro”, los “contra” y los
“costos” de cada posible decisión.
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Ponte en punto neutral, ni a favor ni en contra, así tu decisión será más
equilibrada.
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Ora a Dios con humildad pidiendo sabiduría, que Él te la dará abundantemente y
sin reproche, pero pide sin dudar ni un ápice, con plena certidumbre.
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Estate atento a las respuestas de Dios, pues Él puede responder a través de las
circunstancias, como algunas puertas que se abren y otras que se cierran; o a
través de consejeros; o de una lectura bíblica; o de un sueño; o usando los
dones espirituales de otros cristianos; o a través de tus propias inclinaciones
hacia un determinado derrotero.
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Ora insistentemente por cada opción hasta que la paz de Dios inunde tu espíritu.
Esa es una paz que funciona como un árbitro y la cual calma tu conciencia y te
permite saber que todo está bien, bajo el control de Papá Dios y que el éxito
está asegurado.
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Finalmente toma la decisión asegurándote de que la misma no va en contra de
ningún mandato bíblico y que es fruto de la convicción, no de la emoción. El
verbo “SENTIR” es uno de los más peligrosos en la vida espiritual, aparece sólo
12 veces en el Nuevo Testamento; en cambio el verbo “CREER” aparece 243 veces.
Esto indica que hay que ser cristianos de convicción, no de emoción. Cuando
alguien te diga que hace o dice las cosas dizque porque las siente en su
corazón, prende las alarmas, estás ante un peligro.
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