Vivimos una de las épocas más esperadas por la mayoría de personas. La Navidad!...luces, regalos, alegría, fiesta, mucha comida (en algunos hogares), mientras que las familias y amigos se reunen a compartir y hasta muchos hogares aprovechan para dar gracias a Dios por tener salud y celebrar una navidad más.
Todo eso es bueno y se disfruta, pero no es lo más importante. Si bien es cierto la navidad es un tiempo para compartir, alegrarse, pasarla en familia y comer todo aquello que nos gusta en grandes cantidades ( a propósito a cuidar la salud - Cero colesterol mi gente) es mucho más cierto que a pesar que la navidad es un evento que la humanidad a convenido poner en el calendario para esta fecha -se ha comprobado que esta no es la fecha de nacimiento- y celebrar el nacimiento de Nuestro Salvador Jesucristo, nada tiene que ver con nieve, ni renos, ni despilfarro de recursos (que primero Dios nos da para ser administrados debidamente, no para amanecer endeudados y sin un centavo el 1ro. de enero), ni mucho menos con un gordo barbudo vestido de rojo!. Más bien se refiere a permitir que nuestras mentes y corazones estén plenamente consientes de la verdad y del acto más maravilloso de desprendimiento de Nuestro Creador que sin tener que hacerlo más que por amor a nosotros envía a su hijo amado encarnado en cuerpo de hombre como única y final opción de vida para toda la humanidad (lo reconocemos o no). Su nacimiento como todos conocemos en un lugar bien humilde sin que esto significará que la protección, respaldo y provisión del Padre Celestial no estuvieran en los momentos más cruciales de su vida terrenal. De esa misma manera El procura ahora nacer en nosotros no midiendo lo tanto o poco que tengamos, recuerden el siendo Dios dueño de todo se hizo hombre para pasar las mismas situaciones que nosotros atravesamos día a día, es por ello que cuando permitimos que su luz admirable alumbre nuestras vidas no podemos ser iguales, jamás somos los mismos, somos personas que no solo para diciembre nos acordamos de hacer buenas cosas y vivir como corresponde según nuestro Hacedor, sino que siempre todos los días actuamos conforme a su legado, como hijos suyos que somos.
Feliz Navidad a nuestra Gente IN...
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos. Sal. 32:8
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