Que tal amigos! ciertamente esta frase nos hace recordar la canción del reconocido interpréte y compositor Juan Luis Guerra, sin embargo no precisamente hablaré de música sino más bien del tema ímplicito en el título.
Anteriormente estuve compartiéndoles sobre la realidad de violencia, corrupción e indiferencia en que vive nuestra sociedad, no solo en el marco nacional sino internacional y que simplemente es el producto de lo llevamos dentro (ver "saca lo malo y mete lo bueno"). El libro de los Proverbios 4:23 nos dice: "Sobre toda cosa guardada, guarda tú corazón; Porque de él mana la vida" y es que al analizar este sabio consejo nos percatamos que a pesar que lo entendemos y conocemos; la práctica diaria nos indica que lejos de guardar nuestro corazón, lo que hacemos es exponerlo a toda clase de ideas ociosas, malos pensamientos, placenteras pero en nada aceptables tentaciones, entre otras cosas. En nuestra naturaleza humana existe toda una estructura conformada por los sentidos y la mente que captan nuestro entorno y emiten mensajes a nuestro pequeño pero siempre poderoso corazón; teniendo como resultado las reacciones adecuadas o no frente al hecho o acción.
En Jeremías 17: 9-10 vemos planteado un problema y su solución.Sí! porque resulta ser, que no existe una cosa más engañosa y perversa que nuestro corazón (obviamente si no esta dirigido por el Señor), pero también es cierto que Dios lo escudriña al igual que a nuestra mente para recompensarlo según sus acciones (Lucas 6:45). Y es que resulta -sin verlo desde un punto de vista meramente espiritual- lógico pensar que quién más sino Aquel que nos creo tenga la llave y sea capaz de abrir el baúl de nuestro corazón cambiando las cerraduras oxidadas por el tiempo, el resentimiento, y la indiferencia; limpiando y transformando su interior luego de arrancar hasta el más inmundo de los pecados; además de restaurar totalmente la fachada deteriorada por las decepciones y las culpas.
Por qué? al ser humano le es mucho más fácil buscar otras alternativas para satisfacer la necesidad del corazón, cuando es el Señor nuestro Creador que nos conoce y quién tiene la llave correcta de nuestro baúl, no importa la marca de cerradura o cuan deteriorada esté; estará en las mejores manos.
Sabes! Jesús tiene la llave de nuestro corazón.
Anteriormente estuve compartiéndoles sobre la realidad de violencia, corrupción e indiferencia en que vive nuestra sociedad, no solo en el marco nacional sino internacional y que simplemente es el producto de lo llevamos dentro (ver "saca lo malo y mete lo bueno"). El libro de los Proverbios 4:23 nos dice: "Sobre toda cosa guardada, guarda tú corazón; Porque de él mana la vida" y es que al analizar este sabio consejo nos percatamos que a pesar que lo entendemos y conocemos; la práctica diaria nos indica que lejos de guardar nuestro corazón, lo que hacemos es exponerlo a toda clase de ideas ociosas, malos pensamientos, placenteras pero en nada aceptables tentaciones, entre otras cosas. En nuestra naturaleza humana existe toda una estructura conformada por los sentidos y la mente que captan nuestro entorno y emiten mensajes a nuestro pequeño pero siempre poderoso corazón; teniendo como resultado las reacciones adecuadas o no frente al hecho o acción.
En Jeremías 17: 9-10 vemos planteado un problema y su solución.Sí! porque resulta ser, que no existe una cosa más engañosa y perversa que nuestro corazón (obviamente si no esta dirigido por el Señor), pero también es cierto que Dios lo escudriña al igual que a nuestra mente para recompensarlo según sus acciones (Lucas 6:45). Y es que resulta -sin verlo desde un punto de vista meramente espiritual- lógico pensar que quién más sino Aquel que nos creo tenga la llave y sea capaz de abrir el baúl de nuestro corazón cambiando las cerraduras oxidadas por el tiempo, el resentimiento, y la indiferencia; limpiando y transformando su interior luego de arrancar hasta el más inmundo de los pecados; además de restaurar totalmente la fachada deteriorada por las decepciones y las culpas.
Por qué? al ser humano le es mucho más fácil buscar otras alternativas para satisfacer la necesidad del corazón, cuando es el Señor nuestro Creador que nos conoce y quién tiene la llave correcta de nuestro baúl, no importa la marca de cerradura o cuan deteriorada esté; estará en las mejores manos.
Sabes! Jesús tiene la llave de nuestro corazón.
1 comentario:
Muy bonito...es cierto siempre se nos hace mas facil buscar la llave en otro lado y no donde que el que realmente Jesús, al cual le debemos todo lo que tenemos y tendremos...
Dios los Bendiga a Todos
Yira
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