lunes, 13 de junio de 2016

Trump y Clinton reaccionan a balacera con agudos contrastes.





Para Donald Trump, la matanza en Orlando fue una oportunidad de repetir su retórica de aplicar medidas más fuertes contra el terrorismo y ufanarse de su "yo tenía razón". Para Hillary Clinton, fue un momento de elegir sus palabras con cuidado y reafirmar que es hora de hacer inaccesibles "estas armas de guerra".
La masacre en Orlando ofrece un vistazo del agudo contraste entre los casi seguros candidatos de los partidos Republicano y Demócrata, en momentos en que el país se aproxima a unas elecciones presidenciales preñadas de miedo al terrorismo, a la violencia de las armas de fuego y a la terrible combinación de ambos.
No se sabía siquiera el motivo de la masacre en Orlando cuando Trump y Clinton hicieron sus declaraciones. Eso se supo después, cuando la policía dijo que el atacante —identificado como Omar Mateen, un ciudadano estadounidense de 29 años de edad— llamó a la línea de emergencias 911 desde el club para jurar lealtad a la agrupación que se hace llamar Estado Islámico.
A medida que salía más información al público, Trump usó Twitter para expresar que él estaba "orando" por las víctimas y sus familias, pero a la vez aseveró: "¿Cuándo empezaremos a ser duros, inteligentes y vigilantes?"

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