Los organizadores de la 103 edición del Tour de Francia
utilizarán cámaras térmicas para detectar la presencia de motores en
las bicicletas, confirmó hoy el secretario francés de Deporte, Thierry
Braillard.
Esas cámaras de alta tecnología han sido
concebidas por el Comisariado de la Energía Atómica (CEA) a petición del
Gobierno francés.
"Queremos preservar el alma del
Tour", indicó hoy el director de la carrera, Christian Prudhomme, en una
conferencia de prensa en París en la que se presentó este nuevo
mecanismo contra el fraude tecnológico.
El director
de investigación del CEA, Vincent Berger, explicó que esa cámara evalúa
la diferente densidad de los materiales en función de sus propiedades
térmicas.
El aparato es portátil y su operador podrá
encontrarse a bordo de una moto o situarse al lado de la carretera,
añadieron en la presentación, en la que, según los medios, no se detalló
ni su coste ni su financiación.
El primer caso de
fraude tecnológico se dio el pasado 30 de enero en la carrera sub-23 de
los Mundiales de ciclocross en Heusden-Zolder (Bélgica).
Cuatro meses después, la Comisión de Disciplina de la Unión Ciclista
Internacional (UCI) decidió imponer una sanción de seis años de
suspensión a la corredora, la belga Femke Van den Driessche, tras ser
acusada de utilizar una bicicleta trucada con un motor.
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