España bajó la guardia ante
Croacia y complicó sobre manera su empeño por proclamarse campeón de la
Eurocopa por tercera vez consecutiva.
Todo lo que
podía salir mal a la Roja le salió el martes en Burdeos al sucumbir 2-1
ante Croacia: se dejó remontar el marcador, su capitán Sergio Ramos
falló un penal y cedió el primer puesto del Grupo D.
Las consecuencias para el equipo del técnico Vicente del Bosque son
serias tras una derrota que fue sellada con el gol de Ivan Perisic a los
87 minutos.
En vez de jugar contra uno de los
mejores terceros en los octavos de final, deberá batirse contra Italia,
cayendo en un sector del cuadro de la segunda etapa en la que Alemania y
Francia asoman más adelante en el horizonte.
"Hay
que pasar página y sacar conclusiones para que no nos pase esto en
octavos", dijo Ramos. "Para ser campeón hay que ganar a los mejores".
Les tocará toparse con Italia, el lunes en el Stade de France, el
reciento situado en los suburbios al norte de París. Reeditarán la final
de la pasada edición, ganada 4-0 por España en Kiev, Ucrania.
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