El presidente de EE.UU., Barack Obama, concedió hoy la
Medalla del Valor a trece policías que arriesgaron sus vidas para salvar
a otros y pidió valorar más la labor de esos agentes en un momento en
que los episodios de violencia policial están en el centro del debate
nacional.
Obama otorgó ese premio, el mayor honor
nacional para un agente encargado de la seguridad pública, a policías
como Mario Gutiérrez, de Miami Dade (Florida), que detuvo a un individuo
que iba a provocar una explosión en una gasolinera; y Jason Salas, de
Santa Mónica (California), que puso fin a un tiroteo en una universidad.
"Gracias a su valentía, que a veces se ve y a veces no, el resto de
nosotros podemos seguir viviendo nuestras vidas (...). Estos agentes no
buscaban reconocimiento, actuaron instintivamente", dijo Obama en una
ceremonia en la Sala Este de la Casa Blanca.
El
presidente, que se ha mostrado cauto en el debate sobre los episodios de
violencia policial que se ha acentuado durante los dos últimos años,
subrayó que el país "tiene una responsabilidad de apoyar a aquellos que
nos sirven y protegen".
"Podemos mostrar nuestro
respeto escuchándoles, aprendiendo de ustedes, dándoles los recursos que
ustedes necesitan para hacer su trabajo", afirmó Obama, quien destacó
la necesidad de "abrir diálogos y construir confianza" entre los
policías y las comunidades para "hacer más seguro" el trabajo de los
policías.
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