21/04/2016
La
propuesta adoptada en Luxemburgo debe ahora ser aprobada en el
Parlamento Europeo, que podría pronunciarse en junio, lo que permitiría
que el nuevo cuerpo esté operativo unos tres meses después.
"Si se mantiene este ritmo, estoy confiado en la posibilidad de
finalizar el proceso legislativo de aquí a junio", declaró en una
conferencia de prensa el comisario europeo de temas migratorios,
Dimitris Avramopoulos.
Bruselas
intentó bajar el perfil a los temores de que la nueva fuerza tenga un
impacto en la seguridad nacional, asegurando que los países deberán dar
su autorización para que el cuerpo pueda intervenir.
En diciembre, los líderes de la UE fijaron el 30 de junio como fecha
límite para lograr un pacto sobre el nuevo cuerpo, que es uno de los
puntos clave para enfrentar el flujo migratorio, junto con el acuerdo
logrado ya con Turquía.
El nuevo
cuerpo gozará de más atribuciones que la actual guardia Frontex y los
Estados deberán poner a su disposición al menos 1.500 agentes listos
para ser movilizados en pocos días.
La Comisión planteó que en 2020 la nueva estructura podría tener 1.000 efectivos permanentes.
El objetivo es evitar que un caos en las fronteras externas comprometa
la libre circulación en el espacio Schengen, uno de los pilares de la
UE, lastrado en los últimos meses por los sucesivos controles de
frontera restablecidos por algunos Estados en las fronteras interiores.
La gestión de las fronteras externas se convertiría en una
responsabilidad compartida por los Estados y dejaría de ser una carga
para los países más expuestos, como Italia y Grecia.
"Si queremos garantizar la libre circulación en la UE tenemos que tener
la valentía y la fuerza de defender mejor las fronteras exteriores",
destacó el ministro italiano de Interior, Angelino Alfano.
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