La paz es algo que todos parecen querer pero en realidad muy pocos alcanzan. Y es que en un mundo cada vez más violento, injusto e indiferente resulta difícil encontrarla.
En mi experiencia diaria encuentro cada vez más gente preocupada en alcanzar la paz. Algunos la buscan en las fiestas, otros en el alcohol, otros se compran una casa en las afueras de la ciudad (para distraer la mente, dicen ellos), otros en los juegos de azar, vacaciones y hasta en sesiones de yoga o aroma terapia y los que no tienen mucho dinero para invertir en estas cosas, escuchan programas radiales o de televisión de corte religioso.
Lo curioso del caso es que al final en la mayoría de los casos, las personas no encuentran exactamente lo que buscan y todo se vuelve parecido a un concurso de esos en donde le dan la oportunidad a un individuo de adivinar detrás de cual de las puertas puede estar el premio mayor para ganárselo.
Tengo que decirles que la auténtica y genuina paz no se busca, viene a ti (así como lo leen) y cuando la tienes!, la experimentas! también la disfrutas. Así es, no depende de tú entorno, ni de lo que tienes o no, o de que alguien se proponga amargarte la vida. Simplemente depende de que aprendas a descansar en Dios. El es el único que te puede hacer disfrutar de genuina paz porque siempre tendrás la certeza de que todo está bajo control, no es sencillo explicarlo pero si es posible experimentarlo cuando te dejas caer en los dulces brazos de paz de nuestro Salvador.
Pruebalo y escribeme.
Por: Luis DLC
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