La tenista puertorriqueña Mónica Puig derrotó este
sábado a la alemana Angelique Kerber en la final olímpica del tenis
femenino, por 6-4, 4-6 y 6-1, dando a su país la primera medalla de oro
de su historia.
Seguramente se trate de una de las
mayores sorpresas de la historia del tenis olímpico, ya que Puig aún no
ha pisado nunca el Top10, y el oro lo suele ganar una tenista
confirmada, al menos desde que volvió al programa olímpico (Seúl-1998).
El bronce fue para la checa Petra Kvitova.
Puig se
convierte, además, en la sucesora de la argentina Gabriela Sabatini, la
única tenista latinoamericana que tenía hasta ahora una presea
olímpica (plata en Seúl-1988) en individuales.
La
puertorriqueña, que seguramente ha jugado en Rio la mejor semana de su
aún corta carrera (22 años), logró un 'break' (el segundo en la manga)
mediado el primer set que le fue suficiente para apuntarse el primer
parcial (6-4).
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