Donald Trump y Hillary Clinton expusieron en los últimos
días sus visiones económicas en sendos discursos de alto perfil en
Michigan. Ambos ahondaron en los impuestos y las regulaciones, los
acuerdos comerciales y el crecimiento del empleo, pero tal vez lo más
notable de sus discursos es lo que quedó fuera: en buena parte se
abstuvieron de mencionar varios retos importantes que han frenado la
economía del país y han dificultado el encontrar puestos de trabajo
mejor remunerados.
Son desafíos que tienden a
preocupar a los economistas y que requerirán soluciones que no serán
nada simples. Uno de ellos es la fuerza de trabajo cada vez menos
eficiente.
Hay una proporción cada vez menor de
adultos en el país que están trabajando o buscando trabajo. La
automatización de empleos requiere cada vez más conocimientos
tecnológicos de los que muchas personas carecen.
Son
problemas que los analistas dicen que requieren una visión
transformadora. Sin embargo, ninguno de los dos candidatos expresó nada
parecido a los temas de alto alcance que fueron características de
campañas electorales anteriores, como la de Bill Clinton o la de George
W. Bush. Ambos prometieron un futuro brillante, pero también recalcaron
los desafíos del país.
"Es mucho más fácil ser
optimista sobre el futuro o denunciar problemas que los votantes ya
conocen", opinó Daron Acemoglu, economista en el Instituto de Tecnología
de Massachusetts, quien ha estudiado el impacto de la automatización en
la fuerza de trabajo.
Según los economistas, Estados
Unidos enfrenta desafíos de largo plazo más allá de la falta de
mantenimiento de carreteras, aeropuertos y túneles.
La capacidad de una economía para expandirse está determinada en gran p
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