
04/03/2016
Más de un
tercio, unas 12.000, se encuentran en Idomeni, en la frontera con la
Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM), un campo que en
principio solo tiene capacidad para acoger a 2.500 personas.
Según relatan los medios presentes en el lugar, el campamento amaneció
hoy convertido en un barrizal tras las lluvias torrenciales que cayeron
durante la noche y que incrementan aún más el temor de ONG como Médicos
sin Fronteras a brotes infecciosos a causa de la contaminación de las
aguas.
La situación se repite, a diferentes escalas,
en otras zonas del país, como el puerto del Pireo, el mayor de Grecia y
punto de llegada de los refugiados procedentes de las islas del mar
Egeo, donde 3.000 personas se han instalado en cuatro salas de espera
habilitadas para ello o en tiendas de campaña, ante la falta de espacio.
Antes del cierre de las fronteras, el Pireo era una zona de tránsito
donde los que llegaban de las islas pasaban unas horas hasta que eran
reubicados en campos de refugiados en otras zonas del país, pero la
superpoblación de los centros ha dejado a miles de personas en la calle.
Solo hoy, más de 6.200 refugiados y migrantes han sido identificados
en las islas del Egeo y esperan para ser trasladados desde Lesbos, Chios
y Samos a El Pireo y a Kavala, en el noreste del país.
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