
19/02/2016
"No le tengo miedo a nada, pero entiendo
cual es mi situación", dijo Assange en una conversación telefónica en la
que mostró confianza en que Suecia y el Reino Unido permitirán pronto
que abandone la legación, aunque Washington todavía quiere someterle a
un juicio por la filtración de miles de cables diplomáticos en 2010, en
el que podría afrontar la pena de muerte.
"Una vez pase un cierto periodo en el que querrán salvar las
apariencias, confío en que veremos como Londres y Estocolmo respetan sus
obligaciones internacionales", afirmó el activista, que por motivos de
seguridad rehúsa desvelar a dónde planea trasladarse cuando pueda
abandonar la capital británica.
El "hacker"
australiano ve la resolución del Grupo de Trabajo sobre Detenciones
Arbitrarias de la ONU del 5 de febrero, que pide que se respete su
"libertad de movimientos", como una "enorme victoria" personal sobre
tres países.
"De un lado estaba yo y del otro tres
Estados. De manera formal, estaban Suecia y el Reino Unido, y de manera
informal, Estados Unidos", describió Assange.
El
fundador de WikiLeaks, cuyo equipo legal está liderado por el exjuez
español Baltasar Garzón, aseguró que el organismo internacional ha
sufrido "serias presiones políticas" por parte de Washington y que "una
victoria en esas circunstancias demuestra la integridad de los juristas"
que componen el Grupo de Trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario