Saca lo malo y mete lo bueno!

Sin lugar a duda Panamá al igual que el mundo vive momentos cruciales a nivel económico, social y político. Situaciones como el alza del petroléo y sus derivados, la desintegración familiar y la delincuencia además de la indiferencia, corrupción y los abusos de las autoridades estatales nos dejan un ambiente totalmente convulsionado bajo una visión meramente natural. Y digo meramente natural!, por otro aspecto determinante y que no se le presta la atención debida; hablo del factor espiritual. Por razones de tiempo y de no parecerles fanatista, a lo que me refiero es a la preocupación por lo que nuestra humanidad lleva dentro, bien dice Las Sagradas Escrituras "Por sus frutos los conoceréis" y es que debido a lo que a diario vemos, escuchamos y vivimos por experiencia propia o por referencia de los medios de comunicación, espanta...!

Sí, nos asusta! porque tomando como base el texto bíblico, si nuestras acciones son el reflejo de lo guardamos en la mente y el corazón, Señores que llevamos por dentro!!!
Decimos ser un pueblo mayormente cristiano -porque tanto católicos como evángelicos en todos los estratos sociales lo somos verdad?- y creer en un Dios que es todo amor, tanto así que dió su vida por nosotros; sin embargo en algunas de nuestras calles y por motivos descabellados, individuos y recientemente en su mayoría menores de edad violentamente le quitan la vida a otros.
Decimos preocuparnos por nuestro prójimo sin embargo a la hora de apoyar una buena causa nos hacemos los desentendidos simplemente porque no nos afecta directamente.
Críticamos la corrupción a nivel institucional y de las altas esferas políticas y empresariales, pero al momento de que esa acción nos facilita algún trámite o nos da algún beneficio nos parece bien. Y así una serie de cosas que nos cansaría la lectura.
Lo que sí me es importante mencionarles es que he observado como paulatinamente nuestra sociedad panameña y por ejemplos tomados de otros países "Lo bueno lo tomamos como malo y lo malo lo pintamos de ser bueno". Cierto que es preocupante!
La solución está en conocer cada día más del Señor a través de la Biblia y orar por las situaciones que acontecen en el país y en el mundo, al fin y al cabo "Bueno, solo Dios".
La indiferencia es el principio del mal, no solo basta con la oración sino también pronunciarnos frente a lo malo no importa de donde venga. Esto claro si queremos un Panamá y un mundo diferente. Hay cosas que quizás no podamos cambiar pero con un poco de fé lograremos modificarlas o transformarlas para bien.
Vienen mejores días para Panamá y tenemos que ser parte de esto. Que no suene- a campaña política pero "Necesitamos con urgencia una generación diferente". Filepenses 4: 8-9.