Una tormenta de nieve con vientos huracanados paralizó
el sábado la costa atlántica de Estados Unidos al arrojar hasta un metro
(3 pies) de nieve, lo que dejó varados a miles de viajeros y frenó la
actividad en Washington y Nueva York .
Después de
días de advertencias, la mayoría de los 80 millones de habitantes bajo
el paso de la tormenta hicieron caso a las exhortaciones de que
permanecieran en sus casas, y las calles y carreteras estaban casi
desiertas. Pero se pronostica que las condiciones peligrosas persistan
hasta el domingo.
Además de nieve y vientos
huracanados, el Servicio Meteorológico Nacional pronosticó un centímetro
de hielo (media pulgada) en las Carolinas y posibles inundaciones en la
región central de la costa del Atlántico.
"Este será
uno de esos eventos generacionales en que los padres relatan a los
hijos lo mal que la pasaron", dijo Ryan Maue, meteorólogo de WeatherBell
Analytics, en Tallahassee, Florida, donde también cayeron algunos
copos.
Se atribuyeron al menos 12 muertes a la tormenta, principalmente en accidentes de tránsito.
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