Los residentes del nordeste estadounidense,
acostumbrados a pasarse las Navidades junto a la chimenea y con abrigos,
bebiendo chocolate caliente, van a tener que abrir las ventanas esta
vez.
Las temperaturas alcanzaron niveles récord en la
región en vísperas de Navidad, permitiendo a mucha gente cambiar
guantes y bufandas por pantalones cortos y camisetas, y salir a correr y
jugar golf en lugar de esquiar. Algunos anunciaron planes de asar carne
en el patio en lugar del jamón navideño en el horno.
A algunos les gusta, pero a otros no mucho.
En Filadelfia, Michael Craven, quien regresaba a su casa tras hacer
varios mandados en shorts y una camiseta, exclamó: "¡Es un día hermoso!
Estoy extasiado. No me gusta el invierno", dijo. El espíritu navideño
"es la gente, no si es frío o no. Pienso que la gente está de mejor
humor porque está cálido. Está en las calles. Aún se puede comer al aire
libre en algunos restaurantes".
Aunque en las
Rocallosas y el Noroeste ha estado nevando y lloviendo fuertemente, y
gran parte del sur ha sido azotado por tornados, una vasta sección del
este disfrutará de temperaturas cálidas, primaverales, en los próximos
días.
Meteorólogos dijeron que El Niño, el
calentamiento de las aguas del Pacífico cerca del Ecuador, está
empujando la corriente de aire polar ártico más hacia el norte, y
manteniendo a raya el frío. Agregaron que el jueves pudieran romperse
varios récords de calor para vísperas de Navidad.
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